La mas linda, la mas hermosa del mundo

SinDisplay.com
Este es el único blog que reúne a la mayoría de los buques de nuestra marina mercante nacional. El propósito del mismo es recordar los buques de la Marina Mercante Uruguaya desde 1917 hasta la fecha. Buques anteriores a este año es posible encontrarlos en la web amiga Histarmar http://www.histarmar.com.ar/

Tomo el año 1917 como comienzo de esta obra por ser este el año en que se forma la Marina Mercante de Ultramar, estatal, hecho derivado de la incautación por parte del gobierno nacional de la época, de buques mercantes alemanes que se encontraban internados en el Puerto de Montevideo desde el inicio de la guerra en Europa, debido al peligro que suponía la navegación en aguas internacionales, incautación efectuada el 14 de setiembre de 1917. En todos los casos donde las fotografías fueron bajadas de Internet, se cita al autor y/ó página web

Si deseas proporcionarme datos ó fotos para publicar, sugerencias, comentarios, envíame e-mail a elponto2009@hotmail.com

Dedicado a Seba, Martin, Fran, y Juan.



lunes, 8 de abril de 2013

Escape de Beirut del B/M “Nortemar”

Por el Capitán de la Marina Mercante Osvaldo Giordán
Publicado por la Liga Marítima Uruguaya

Historia del último viaje de un buque mercante uruguayo que se escapó en plena guerra civil del Líbano el 23 de enero de 1978.
Buque Motor Nortemar
 Construido en Beaumont (Texas), integró un lote de cargueros para ser utilizados durante la Segunda Guerra Mundial. Participó en el desembarco de Normandía con el nombre de "Cape River". En 1946 navegó bajo bandera noruega con el nombre de "Siranger" y en 1958 fue adquirido por la compañía armadora uruguaya "Montemar S.A" . Se mantuvo operativo bajo pabellón uruguayo hasta el día 28 de febrero de 1978 cuando fue varado en Karachi (Paquistán) para ser desguazado.
Su primer Capitán fue el C/M/M Joaquín Ibaruburu y el tercer oficial era el Piloto mercante Osvaldo Giordán, embarcado el día 24 de julio de 1959 en San Francisco (USA), con el buque en dique. Su último viaje - año 1977- se inició con carga de trigo en F.Bentos y Montevideo para 2 puertos en Dinamarca (Esbjerg y Aabenraa) desde donde debía ser llevado a Bilbao para su desguace. Pero estando en Dinamarca y por razones de mejor precio de la chatarra, se decidió llevarlo a tal fin, al puerto de Karachi (Paquistán).
El C/M/M Giordan junto a armadores y agentes  en 1980
 Los armadores decidieron chartear el buque cargando en puertos de Amberes y Dunkerke con destino a Beirut (Líbano) para aliviar costos, de ida a Karachi. En el puerto de Dunkerke (Francia) enterados autoridades y práctico de que buque se trataba y de su historia en esos lugares, durante la guerra, fuimos reporteados por el diario "París Normandie" donde se hace un reconocimiento a su pasado como integrante de la "Flota de la Victoria" en este su último viaje, único buque de esta flota que quedaba entonces a flote, operativo, en el mundo (12 de Octubre de 1977)
Llegados a Beirut (Líbano) que se encontraba en guerra civil (puerto, cristiano y resto de la ciudad en manos sirias) nos enteramos que para cruzar el canal de Suez, rumbo a Karachi, era necesario certificados de construcción, capacidades, tonelajes, etc. otorgados por los constructores (USA) los cuales ya no existían. Los señores Armadores, con gestiones, iniciaron en USA los trámites para conseguirlos.
Finalizada la descarga del buque fue amarrado a la escollera aguardando novedades. Al no conseguirse los documentos se decidió hacer un segundo viaje, vacíos, al norte de Europa (Rotterdam, Amberes) con carga completa para Beirut y Tripoli (Líbano). Entre esta se encontraban partidas de azúcar, para los dos puertos. Atracados en Beirut, donde los combates continuaban en la zona, se produjo un conflicto en la descarga de azúcar (reclamos comerciales), por diferencias entre los recibidores y los cargadores europeos que terminaron por embargar al buque y quedó detenido vía judicial - Noviembre/ Diciembre- 1977. A su vez la carga destinada a Trípoli, fue desembarcada en Beirut.
Finalizada la descarga total del buque- embargado, detenido y sin los papeles de cruce por el canal de Suez- las autoridades portuarias nos enviaron a fondear en la última dársena junto a restos de barcos semi hundidos por la guerra. Pasaba el tiempo y los combates continuaban en la ciudad, y nos obligó a soportarlos, casi a diario. Alineados los cuarteles, sirio y cristiano, tiro que erraban aquellos, caían en el puerto.
A raíz de ello y el riesgo visible para sus 32 tripulantes a mediados de enero de 1978 se informa radio telegráficamente desde abordo a los señores armadores, que continuaban en Europa, de la intención de fuga (plan) quienes inicialmente no concordaban, pero ante el agudo recrudecimiento de la situación, la noche del día 22 de Enero de 1978 vía Roma, fue dejada la decisión en nuestras manos. Reunida la tripulación, totalmente de acuerdo con el plan trazado, se decidió salir del puerto. A media noche se afilan las cuchillas para cortar los cabos, totalmente a oscuras, sin uso alguno de comunicación interna y en medio del ruido ensordecedor de los disparos viramos las 2 anclas fondeadas y comenzamos a maniobrar en la estrechez de la dársena con viento del sur este.
 En total silencio aprovechando que estaban entretenidos en su guerra pasamos la boca de entrada al puerto, nos metimos entre barcos que esperaban fondeados, para entrar a puerto, pusimos proa a la isla de Chipre y una vez fuera de aguas libanesas nos dirigimos a Port Said (Egipto) donde llegamos en la madrugada del día 24 de Enero de 1978.
Nos habíamos escapado alrededor de la hora 1:00 del día 23 de enero de 1978 con toda felicidad y gracias a Dios. Dimos aviso a los señores Armadores quienes se movilizaron rápidamente para poder seguir rumbo a Karachi. Sin ninguna documentación, libros, etc. del buque que quedaron en manos de autoridades libanesas. Arribamos a Egipto casi sin combustible, sin certificados, etc. y el cruce por Suez, Mar Rojo y arribo y estadía (1 mes) en Karachi forman parte de otra aventura que felizmente culmino bien, para el buque y sus tripulantes. Nuestra fuga no tuvo, en forma absoluta, la intención de violar leyes, ni soberanía de sus autoridades y si únicamente salvar nuestras vidas que sin buscarlo y sin merecerlo estaban en peligro. Reconociendo siempre la ayuda, trato, y generosidad dispensada por todas las autoridades libanesas y consulado uruguayo, en esos casi 4 meses que estuvimos en el Líbano.